El Titanic: lujo inimaginable

CAMAROTES DELUXE. Reproducción del camarote B60 utilizado por Helen Baxter, mujer del magnate de los diamantes James Baxter. Los 324 huéspedes de primera clase gozaron de baños privados, agua caliente, armarios empotrados... un lujo inimaginable en una embarcación. Se diseñaron ocho tipos de decoraciones diferentes, todas con la madera de roble muy presente. SESMA

MICHELLE UNZUÉ - PAMPLONA Viernes, 3 de septiembre de 2010

Todo comenzó cuando el diseñador de buques lord William James Pirrie se reunió el 10 de junio de 1907 con Bruce Ismay, presidente de la naviera White Star Line. En la mansión en la que tuvo lugar el encuentro (que hoy es la embajada de España en Reino Unido), decidieron construir los tres barcos más grandes del mundo: el Olympic, el Titanic y el Gigantic.

Vestigios de esta época son una acción de la empresa y un cheque original firmado por Ismay, además de algunas herramientas con las que se construyó el Titanic. Porque el 31 de marzo de 1909 se colocó la primera pieza de un proyecto que terminaría 27 meses más tarde, gracias al trabajo incansable de 3.000 hombres.

Las cifras que manejó el Titanicsiguen sorprendiendo por su magnitud: 27.000 toneladas de acero, anclas de 15 toneladas o unas dimensiones de 270 metros de largo de proa a popa, el equivalente a tres campos de fútbol. El magnate James Pipper Morgan, más conocido como J.P. Morgan, fue quien financió el proyecto: diez millones de dólares de la época, el equivalente a mil millones de euros en la actualidad.

El 10 de abril de 1912 el Titaniccomienza su singladura desde el puerto de Southampton. El visitante podrá conocer el rostro de Edward James Smith, el capitán más veterano de la White Star Line, bautizado como "el capitán de los millonarios" porque le daban el mando de los mejores buques. Su intención era jubilarse tras el viaje, pero no llegó a su destino final.

Este día puso rumbo a Nueva York un auténtico palacio flotante con piscina, baños turcos, hospital, varios restaurantes... Así lo corroboran las recreaciones realizadas para la exposición, como los camarotes de primera clase con todo el lujo de un hotel de cinco estrellas; se han salvado numerosas piezas de cristalería de bohemia o vajilla con una estrella pintada, el logotipo de la White Star Line; una hamaca de la primera clase o un panel de madera ricamente labrado de un camarote de lujo. Los objetos personales son muy numerosos, lo que pulsa la tragedia humana que supuso el hundimiento del Titanic: fallecieron 1.503 personas. En Titanic The Exhibition se puede contemplar la única lista oficial con los nombres, edades y nacionalidades de los 1.300 pasajeros: 324 en primera clase, 277 en segunda y 708 en tercera. A ellos se suman los 898 miembros de la tripulación, lo que hace un total de 2.208 personas a bordo del Titanic. 2.208 seres marcados por la tragedia. 14 de abril. Domingo. Hoy está lloviendo, así que tenemos que estar todos bajo cubierta. Aquí hay personas de todas las nacionalidades, hasta turcos y japoneses. Son las últimas palabras que escribió en su diario Jacob Alfred Johansson, un minero alojado en tercera clase que quería hacer las Américas para comenzar una nueva vida pero no cumplió su sueño.

Como tampoco lo hicieron Isidor e Ida Straus. El matrimonio, fundador de los famosos almacenes Macy de Nueva York, pereció en el barco. Porque cuando las cosas se torcieron se estableció el "Mujeres y niños primero" e Ida no quiso dejar atrás a su marido, por lo que rechazó subirse a un bote salvavidas.

En el buque también viajaba la acaudalada familia Widener (Eleanor y George, con su hijo Harry), propietaria de la prestigiosa biblioteca del mismo nombre. Sólo sobrevivió Eleanor, que siempre creyó que su hijo había muerto por no saber nadar, en lugar de por congelación. Cuando donó sus fondos a Harvard únicamente puso una condición, que se colocase una lápida con el texto "Muchachos, antes de aprender a leer tendréis que aprender a nadar". Diario de Navarra