21 feb 2017
¿Qué debería hacerse con la casa natal de Adolf Hitler?

18 dic 2016
Funerales que hicieron historia
2005 - El carisma del Papa Juan Pablo II hizo que a su funeral en San Pedro acudieran miles de personas. Unas 300.000 personas presenciaron la ceremonia, pero más de un millón se acercaron, sin poder ingresar a la ciudad papal. Fue la mayor congregación de líderes de Estado de la historia.
El funeral de Michael Jackson (Michael Jackson Memorial Service), fue un homenaje póstumo a Michael Jackson, que se realizó el 7 de julio de 2009. Es considerado el más grande en la historia del entretenimiento, no sólo por la disputa de entradas (que fueron sorteadas y entregadas gratuita y previamente), sino por la cobertura mundial, a través de televisión, radio e Internet, que tuvo una audiencia global de aproximadamente 2500 millones de personas, el funeral y acontecimiento mas visto en la historia.
1995 - A Rabin lo enterraron el día después de su muerte en el cementerio monte Herzl en Jerusalén
Rabin murió el día 4 de noviembre de 1995, debido a un balazo saliendo de una marcha por la paz.
Gente que asistió: Felipe González, el presidente egipcio, Bill Clinton , Rey Hussein de Jordania, Helmut Kohl el presidente de Francia, Jacques Chirac, el primer ministro ruso Viktor Chernomyrdin o el secretario general de la ONU Butros Butros-Ghali, entre otros muchos.
1991 - La muerte del vocalista de Queen, Freddie Mercury, fue un verdadero palo para los melómanos y para sus miles de fans. En la imagen, una de sus seguidoras dejando flores en la puerta de la casa natal del cantante, que murió a causa del VIH el 24 de noviembre de 1991, a los 45 años. Pese a que no era una persona religiosa, su funeral fue dirigido por un sacerdote zoroástrico. Elton John, David Bowie y los miembros de Queen, entre miles de personas, estuvieron presentes en la ceremonia.
1997 - Inglaterra y el mundo entero lloraron la repentina muerte de la Princesa Diana.
El público le dejó tantas flores que, cuatro días después, la pila llegaba a un metro y medio de alto.
1952 - Más de 2 millones de personas asisten al cortejo fúnebre de Eva Perón.
Los funerales de María Eva Duarte de Perón, en 1952, duraron varios días y el Gobierno decretó un mes de duelo. El féretro pasó por la Secretaría de Trabajo y Previsión, el Congreso y la CGT, y fue despedido por más de dos millones de personas.
1991 - La muerte del vocalista de Queen, Freddie Mercury, fue un verdadero palo para los melómanos y para sus miles de fans. En la imagen, una de sus seguidoras dejando flores en la puerta de la casa natal del cantante, que murió a causa del VIH el 24 de noviembre de 1991, a los 45 años. Pese a que no era una persona religiosa, su funeral fue dirigido por un sacerdote zoroástrico. Elton John, David Bowie y los miembros de Queen, entre miles de personas, estuvieron presentes en la ceremonia.
1948 - El 1 de febrero despedían al apóstol de la no violencia, Mahatma Gandhi. La incineración del 'Padre de la Nación' reunió en Delhi a dos millones de personas de todas las castas, en febrero de 1948. El 30 de enero de 1948, cuando Mahatma Gandhi se dirigía a una reunión para rezar, fue asesinado a los 78 años de edad. La noticia de su muerte causó un gran impacto en la sociedad mundial y a sus exequias acudieron no sólo decenas de dirigentes de todo el mundo, sino millones de personas que lloraban la pérdida de uno de los pacifistas más recordados de la historia.
1977 - Unas 75.000 personas inundaron la ciudad de Memphis, Tenessee el 18 de agosto, aunque pocos pudieron acercarse al Rey del Rock, Elvis Presley...
1968 - Dolor y estupor el 9 de abril, en el funeral de Martin Luther King en Atlanta.

17 dic 2016
Alemania tras la II Guerra Mundial
Tony Judt, el desaparecido historiador británico, tenía el humor ácido. Quizá por eso sabía encontrarlo en el pasado. En el primer capítulo de su obra clave, «Postguerra», recuerda la frase que los alemanes intercambiaban días antes del final de la Segunda Guerra Mundial: «disfruta de la guerra, porque la paz será terrible». Precisión teutona: no se equivocaban. Lee más

19 nov 2016
La historia de la revista Playboy

10 nov 2016
Reliquias del Titanic
A las 2:20 hs. del día 15 de abril de 1912 se hundía el Titanic en las frías aguas del Atlántico a 600 millas de Terranova tras sufrir un impacto fatal contra un iceberg. 1517 personas perdían la vida en el siniestro convirtiéndose en la mayor tragedia marítima de la época. Pasarían 73 largos años para que se volviera a saber del Titanic cuando la nave fue hallada en las profundidades del océano por el oceanógrafo Robert Ballard y su equipo. A partir de ese momento muchas reliquias pasaron a manos de coleccionistas, museos y subastas.

9 ene 2010
Modistos prohibitivos
PEDRO MANSILLA
Hace más de cien años que la Alta Costura encontró su sentido en este mundo: fascinarnos, hacernos soñar -como decía Roland Barthes- con algo que admiramos profundamente sin llegar a comprender muy bien del todo.
La Alta Costura suministra belleza hasta la admiración o, por el contrario, la cambia de sentido hasta la provocación. Así ha venido siendo desde que Charles Frederick Worth sentó a sus clientas en los salones de su casa de París y les fue diciendo a cada una lo que tenían que ponerse para recibir su bendición de «sumo pontífice del "bon ton"», y lo que no tenían que ponerse si no querían soportar su odio eterno...
Cien almidonados años donde la «Haute Couture» ha visto crecer su prestigio o desvanecer su influencia. Desde allí, y desde siempre, aunque también lo intentaron Berlín, Nueva York, Milán o Madrid, un selecto grupo de «createurs» propone dos veces al año lo que las mujeres mejor vestidas -a veces también las más elegantes- deberán ponerse la próxima temporada.
Son modelos en muchos casos exclusivos que por su precio -entre uno y cinco millones- sólo pueden ponerse algunas privilegiadas: princesas, actrices, consortes de magnates...
La Alta Costura es tan grande y tan frágil como los dinosaurios de Spielberg. Se le pueden negar sus gustos, demasiado clásicos, o sus precios, demasiado altos. Pero hablando del lujo, no tiene discusión. Desde el papel o la tinta de la invitación, hasta el lugar del desfile, las maniquíes, los tejidos o las realizaciones de esas pequeñas obras maestras que envuelven a las mujeres de nuestros sueños... Ni siquiera el vino o la gastronomía -los otros «grandeur» que verdaderamente le quedan a Francia- reciben el trato y el honor que su graciosa majestad la costura.
La Alta Costura es quizás el club más privado que existe en este mundo. Un club donde sólo se sientan señores que se llaman Chanel, Versace, Dior, Lacroix, Yves Saint Laurent, Lanvin, Sherrer, Galliano, Valentino, Laroche o Lapidus, que esta semana, entre el Louvre y los mejores hoteles de París, le enseñaron al mundo el caro pero brillante fruto de sus últimos seis meses de trabajo.
El pasado domingo, por ejemplo, Gianni Versace -el provocador diseñador milanés que desde hace varias ediciones inaugura la semana de la Alta Costura- presentaba en el Hotel Ritz de París su colección Primavera-Verano 96, inspirada en dos valores puros y seguros -dice él-. Una colección fuerte e irónica a la vez; extravagante y sencilla. En tan arriesgado propósito no le han faltado ayudas. Su gran amigo Elton John le compuso la «banda sonora» del desfile. La selva africana primitiva, los cueros militares, los luminosos y transparentes tejidos de la última generación y la aristocrática belleza de antaño convertida en «leit motiv» de la noche son sus personalísimas recetas. ¿Su mejor resultado?: Madonna... ¡Quién la ha visto y quién la ve!
Exquisita clientela
El lunes era Chanel quien volvía a demostrar lo que todo el mundo sabe, que Karl Lagerfeld es un mago. Todo era otra vez de primera categoría. Variaciones del eterno valor de la casa: la chaqueta «cuatro bolsillos» para el día... y una noche «gitana» sobria y suave, romántica pero imperio... Con aquellas gasas transparentes y tules plisados en marino y negro que tanto agradan a mademoiselle Chanel y a su exquisita clientela rusa, inglesa, española, americana y, ¡naturalmente!, francesa...
El martes, otro gran mito de la «Haute Couture» recogía la antorcha. Christian Dior, desde hace varios años en las manos exquisitas de Gianfranco Ferré, recreaba una primavera 96 llena de flores... El perfume suave de sus estampados quería ser un homenaje al gran maestro del «new look». Y eso fue ese desfile presidido por Gregory Peck, Paloma Picasso, Silvie Vartan, Emmanuel Béart, las señoras Chirac y Pompidou y la Duquesa de Kent. Kilómetros de taftán y de tul evocando una Grace Kelly fresca, fresca... Los clásicos blancos y negros Dior, los clásicos «patas de gallo» Dior y los clásicos tacones -siempre 12 centímetros- Dior...
Y el miércoles, el día de Yves Saint Laurent, el último vivo de los grandes nombres de la Alta Costura, incapaz de aceptar su sucesión y artífice -quizá por esas maravillosas ganas de vivir que conserva- de unas colecciones geniales. Sus míticas gasas estampadas al hilo del «rosa París», sus negros, sus oros, pusieron punto final a otro capítulo de la Alta Costura. La única razón por la que podemos repetir con Humphrey Bogart en la memoria: ¿Entonces qué nos queda?... ¡Nos queda París! 28 de enero 1996 El Mundo
