8 abr 2017
La extracción del coltán: guerras y genocidio de gorilas

10 nov 2016
Glosario de las TICs (II)

Glosario de las TICs (I)
Investigadora Línea Externa, Cátedra de Comunicación Estratégica y Cibercultura, ITESM, Campus Estado de México, México y Perito, Justicia Federal, Poder Judicial de la Nación, Mendoza, Argentina, en acceso a la información , cibercultura, tecnología, Argentina.

25 ago 2011
Apple, sin Jobs
David G. Ortiz | La Información
El cofundador y dos veces consejero delegado de Apple ha ofrecido este miércoles su dimisión a la Junta Directiva de la empresa. El nombre de Steve Jobs está detrás de muchos de los productos que han revolucionado la tecnología tal y como hoy la conocemos: iPod, iPhone, iPad... Ahora que se aleja de los focos, la blogosfera especializada llora su marcha. Ya nada será como antes. Sin Jobs, la manzana de Apple está un poco más mordida.
Steve Jobs no deja Apple, porque Apple tiene el mismo sentido sin Jobs que Microsoft sin Bill Gates o Facebook sin Mark Zuckerberg. Cada uno a su modo, se han convertido en tres exponentes de un estilo de gestión que ha causado furor en el mundo de la tecnología. Su influencia proviene de algo más que el poder y el dinero. Ellos han dado a luz a toda una filosofía de vida, que hunde sus raíces en lo más profundo de Silicon Valley y actualiza el sueño americano a su versión 2.0.
Pero Jobs está un paso más allá. Jobs siempre viste de sport, con esos polos negros de manga larga que se han hecho célebres, y calza zapatillas de deporte. Incluso cuando el presidente de los Estados Unidos le invita a cenar con otros magnates del mundillo tecnológico, prescinde de formalidades y acude con su atuendo habitual, que a fin de cuentas se ha convertido ya en su uniforme de trabajo. A la derecha de Obama, el fundador de Facebook luciendo camisa. A la izquierda, un hombre a la altura de las circunstancias.
Probablemente no veremos muchas más fotos como esta. Jobs abandona las trincheras y vuelve a los cuarteles, al remanso de paz de Cupertino, donde podrá descansar de los pesares del cuerpo. La salud no le ha dado tregua en los últimos meses, aunque ha preferido no abandonar el campo de batalla hasta tener perfectamente trazado el plan de retirada y un reemplazo digno de ocupar su puesto. Después de todo, siempre se ha dicho de Jobs que es un aunténtico 'control freak', un fanático de tenerlo todo bajo control.
Entonces, ¿es preocupante su renuncia?
Mucho, y a la vez no tanto, ya que seguirá moviendo los hilos de la compañía desde un nuevo perfil. Jobs es para Apple lo que el oráculo era a la antigua Delfos: una fuente de sabiduría en la que depositar toda la confianza, alguien a quien consultar, el hombre con la clave del éxito. Da la impresión – o al menos eso ha logrado transmitir con su depurada forma de comunicar – de que Jobs siempre ha sabido lo que la gente andaba buscando.
Desde el primer momento. Y es que hablar de Jobs es hablar de dos etapas. Está el joven ingeniero que inventó el Mac y pasará a la historia como un pionero de la informática. Y luego está el Jobs que todos conocemos: el que dio en la tecla con el iPod, el iPhone y ahora el iPad. Entre medias, una etapa de desintoxicación fuera de la compañía que le llevó a fundar Pixar y Next, ambas adquiridas posteriormente por Apple.
Y no es sólo eso. Apple es Steve y Steve es Apple. No se trata de un simple juego de palabras. La empresa nació de la mano de dos Steves: Wozniak y Jobs. Ambos son símbolos de la compañía, pero sólo el que ahora renuncia ha alcanzado cotas de reconocimiento público y popularidad que le sitúan al nivel de la mismísima manzana como marca comercial. ¿Exageramos?
Se dice – no sin parte de razón – que gran parte de las ventas de Apple provienen de la estética, de una filosofía de vida asociada a un cierto nivel económico. Es cierto, mucha gente compra sus productos sólo por la manzana. Pero también, desde hace unos años, mucha gente los ha estado comprando porque lo decía Steve Jobs. Mejor dicho, por cómo lo decía Steve Jobs. A pesar de que, por sus problemas de salud, su imagen (y la de la empresa, sobre todo ante los mercados) comenzara a estar de capa caída.
Precisamente ahí es donde reside la lectura positiva de su dimisión: una vez más, Jobs ha sabido leer el futuro y ha supeditado su interés al de la compañía. Tarde o temprano, más temprano que tarde, acabaría perjudicando a la empresa. Lo sabía, y ha preferido retirarse antes de que ocurriera lo peor. ¿Otro éxito comercial? Como se suele decir, veremos lo que depara el futuro. O, mejor, ¿por qué esperar? Leamos qué dice el oráculo:
“Creo que los momentos más brillantes e innovadores de Apple están por llegar A partir de ahora pretendo seguir contribuyendo a su éxito desde un nuevo papel”.
Las habilidades de comunicación de Steve Jobs
Al margen de otros aspectos que puedan cuestionarse de Apple, algo en lo cual convergen incluso sus críticos más acérrimos, es en que Steve Jobs, el CEO de la compañía, reúne una serie de cualidades que logran que cada discurso o intervención suya genere un impacto positivo entre sus audiencias. Esas cualidades fueron destacadas recientemente en un artículo de la revista strategy + business, de la consultora Booz & Company, con autoría de Abz Sharma (University of Sydney, Australia) y David Grant (University of Sydney, Australia). Por considerarlo de interés, sobre todo para quienes quieren pulir sus habilidades comunicativas, publicamos aquí algunos de sus apartes.
“Cuando Steve Jobs, cofundador y CEO de Apple Inc., sube al escenario durante una de sus raras apariciones públicas, como lo hizo a principios de junio de 2011 para revelar el ICloud, el nuevo sistema de Apple de almacenamiento en línea, él está haciendo más que simplemente la introducción de un nuevo producto o dar un discurso de apertura. A través de sus apariciones cuidadosamente orquestadas, Jobs utiliza técnicas narrativas y dramáticas que ayudan a reforzar su identidad como un líder carismático, y para enmarcar la historia de Apple en sus términos. Jobs es un icono, y Apple es una de las marcas más sagradas en el mundo; sin embargo, las técnicas que utiliza ofrecen lecciones para otros altos ejecutivos que necesitan manejar el mensaje sobre sí mismos y sus empresas”.
El artículo recuerda que Jobs saltó a la fama junto con el Apple II y Macintosh en los años 1970 y 1980, y que desde entonces ha sido perseguido por historias que hablan de su "narcisismo, el temperamento, las rabietas épica, y el mal comportamiento", surgidas de artículos de prensa y una que otra biografía no autorizada. Jobs dejó Apple en 1985 por primera vez, y en ese momento decidió mantener unas relaciones discretas con los medios: su carta de renuncia se había filtrado a los medios y no lo había dejado bien posicionado.
Sin embargo, “desde su regreso a Apple en 1997, Jobs y sus más cercanos colaboradores han trabajado incansablemente para eliminar las fugas relacionados con secretos comerciales o rumores acerca de los productos sin previo aviso”.
Desde entonces el mensaje Apple se mueve prioritariamente en ferias, conferencias y eventos especiales (a los que obviamente asisten los medios) en los que interactúa con clientes, accionistas y periodistas. Además de mostrar nuevos productos y servicios, Jobs se encarga de reforzar el vínculo emocional “con los entusiastas de Apple”.
“A través de un análisis textual y visual de los discursos de Jobs, los autores destacan las formas en que el liderazgo puede ser generado a través de la narración y el relato de historias. Aquí la Dirección de escena es de vital importancia - el líder carismático puede contrarrestar filtraciones o rumores”.
Los autores ilustran su tesis a través de tres actuaciones de Jobs en momentos clave en la historia de Apple y su carrera.
“La primera presentación fue en 1997 en la Macworld Expo. Jobs acababa de regresar a Apple y arrancó de nuevo con el control de la empresa, que se encontraba en una situación financiera desesperada. En la conferencia dejó caer una bomba, al anunciar una inversión de 150 millones de dólares en Apple por parte de su archirrival Microsoft. Desde un escenario minimalista, vestido informalmente con pantalones y un chaleco negro sobre una camisa de jersey blanco y con las mangas arremangadas, Jobs convirtió la reunión en un cabildo abierto.
Sin embargo, luego hizo su aparición otro genio de la informática: Bill Gates. La reacción fue distinta: fue recibido “con fuertes abucheos”, y “Jobs tuvo que apartarse de su guión” para dar un sermón improvisado. Usó el “nosotros” para “hacer un llamamiento a sus seguidores” y plantear que la rivalidad entre Apple-Microsoft era parte del pasado. Animó a los seguidores de Apple a renunciar a sus sentimientos en contra de Microsoft y asumir la responsabilidad por el futuro de Apple. Como los autores escriben: "Moralizados e iluminados por el sermón improvisado de Jobs, sus seguidores aplaudieron con entusiasmo, en la aprobación de su visión narrativa".
“El segundo discurso tuvo lugar en la Conferencia Mundial de Desarrolladores en 2002, donde Jobs realizó un simulacro de funeral para el desactualizado sistema operativo Mac OS 9. El escenario estaba iluminado, dando un sentimiento celestial al escenario, y un interior de iglesia con vidrieras de colores se proyectaba sobre un fondo enorme. Salía neblina de las máquinas de humo, mientras que un ataúd negro se elevaba desde una trampilla. Sonaba mientras tanto la Toccata y Fuga de Bach al órgano, y mientras se desvanecía la músic, Jobs, vestido a propósito de cuello alto y jeans - hizo un elogio en tono humorístico para el sistema operativo.
"Por favor, únanse a mí en un momento de silencio al recordar a nuestro viejo amigo, Mac OS 9", concluyó Jobs, y la audiencia quedó en silencio obedientemente. En este momento, escriben los autores, "el humor y el simbolismo de los resultados de Jobs habían exorcizado años de frustración, de desarrollo y la ira". El ingenio y la inteligencia de Jobs se reflejan entonces en la identidad de Apple y de sus clientes, que se consideran de buen humor, orientados a objetivos , y dispuestos a aprender.
“La tercera aparición fue en la Macworld Expo 2007, donde circularon rumores entre los analistas y los bloggers acerca de un nuevo dispositivo llamado iPhone. Los rumores atrajeron la atención sin precedentes a Apple, y subió la apuesta por el discurso de Jobs. Una vez más, el público se enfrentó a un escenario minimalista, con una pantalla gigante en la parte trasera, cambiando su atención de ida y vuelta entre Jobs y la gran pantalla, gracias a los efectos de iluminación”.
Usando nuevamente un vestuario informal, “Jobs comenzó aludiendo al sentido de la ocasión y la invocación de la identidad colectiva: Vamos a hacer historia juntos hoy en día. Pero no de inmediato: en primer lugar, bromeó a la audiencia con los datos de ventas para el iPod y el servicio de música de iTunes. Entonces, después de una pausa, Jobs dijo: "Hoy, Apple va a reinventar el teléfono, y aquí está." La gran pantalla mostró una foto de un iPod con un disco giratorio, enviando oleadas de risas entre la audiencia. "No, en realidad aquí está", dijo Jobs mientras sacaba un teléfono de su bolsillo a gritos de asombro de la audiencia, "pero vamos a dejarlo ahí por ahora."
… “Durante la siguiente hora, Jobs demostró todas las características del iPhone”. De esta manera, Jobs lograba que la narrativa de la empresa fuera revisada, argumentando que con el Mac, iPod, Apple TV, y ahora el iPhone, la empresa había superado su habitual denominación social, de Apple Computer. “Para reflejar la mezcla de productos nuevos, Jobs anunció que la compañía ahora se conocería como Apple Inc., cosechando una ovación de pie de los empleados en la primera fila que se extendió a una audiencia más amplia. Jobs había conseguido llevar al público hacia el futuro con él”.
Conclusión:
“Un estudio de las presentaciones de Steve Jobs de Apple en conferencias y ferias comerciales demuestra cómo los líderes carismáticos usan la narrativa y las historias bien contadas para definirse a ellos mismos y sus empresas. No todos tienen la presencia en el escenario o el argumento de Steve Jobs. Sin embargo, otros directores ejecutivos pueden aplicar sus técnicas y sus fundamentos emocionales – el humor, la espontaneidad, una mezcla de auto-desprecio y el orgullo, y, quizás lo más importante, un sentido de comunidad…”. Comunikandonos

21 mar 2010
¿Internet igual a libertad? La ley Sinde
- Así sea –dijo Guillermo con tono devoto–. Pero, ¿qué tiene que ver eso con la prohibición de visitar la biblioteca? - Mirad, fray Guillermo –dijo el Abad–, para poder realizar la inmensa y santa obra que atesoran aquellos muros –y señaló hacia la mole del Edificio, que en parte se divisaba por la ventana de la celda, más alta incluso que la iglesia abacial– hombres devotos han trabajado durante siglos, observando unas reglas de hierro. La biblioteca se construyó según un plano que ha permanecido oculto durante siglos, y que ninguno de los monjes está llamado a conocer. Sólo posee ese secreto el bibliotecario, que lo ha recibido del bibliotecario anterior, y que, a su vez, lo transmitirá a su ayudante, con suficiente antelación como para que la muerte no lo sorprenda y la comunidad no se vea privada de ese saber. Y los labios de ambos están sellados por el juramento de no divulgarlo. Sólo el bibliotecario, además de saber, está autorizado a moverse por el laberinto de los libros, sólo él sabe dónde encontrarlos y dónde guardarlos, sólo él es responsable de su conservación. Los otros monjes trabajan en el scriptorium y pueden conocer la lista de los volúmenes que contiene la biblioteca. Pero una lista de títulos no suele decir demasiado: sólo el bibliotecario sabe, por la colocación del volumen, por su grado de inaccesibilidad, qué tipo de secretos, de verdades o de mentiras encierra cada libro. Sólo él decide cómo, cuándo, y si conviene, suministrarlo al monje que lo solicita, a veces no sin antes haber consultado conmigo. Porque no todas las verdades son para todos los oídos, ni todas las mentiras pueden ser reconocidas como tales por cualquier alma piadosa, y, por último, los monjes están en el scriptorium para realizar una tarea determinada, que requiere la lectura de ciertos libros y no de otros, y no para satisfacer la necia curiosidad que puedan sentir, ya sea por flaqueza de sus mentes, por soberbia o por sugestión diabólica. – Umberto Eco, “El nombre de la rosa” Orden y caos Nacer en un sitio llamado Alessandria, y ser un apasionado de las bibliotecas acaba por condicionar el carácter de un hombre, hasta el punto que su obra cumbre gire en torno a una biblioteca amenazada por las llamas. Unas llamas que pueden iniciar precisamente aquellos que se consideran antorchas del saber, y que cargan contra Internet cada vez que reciben un doctorado honoris causa… El tema de la biblioteca en peligro también es recurrente en mis conferencias, pese a que lo más cerca que he estado de Alejandría ha sido gracias a los libros de Terenci Moix, muy especialmente el que parte de un verso de Kavafis: “No digas que fue un sueño”. Otro título que también sería muy apropiado para los tiempos confusos que vive Internet, esta gran Biblioteca, hoy en peligro por obra y gracia de los mercaderes de la propiedad intelectual. Lo cierto es que la idea de una biblioteca universal me ha perseguido siempre, desde muy pequeño: uno de mis recuerdos más lejanos me sitúa perdido en un sofá de escay rojo -muy años sesenta- intentando sostener un pesado tomo de la enciclopedia Larousse. Mudo de asombro al comprender que la única forma de entender las historias era siguiendo las referencias cruzadas entre los distintos tomos. Es un recuerdo simultáneo al de mi atracción por el caos, que me llevó a recortar las letras de los separadores que permitían clasificar las carpetas de mi tío abuelo. Con la consiguiente zurra de la autoridad competente, fiel defensora del orden alfabético. Umberto Eco siempre ha creído en la necesidad de una Biblioteca como símbolo del orden, ineludible a su juicio para conservar el conocimiento. A diferencia del catedrático de Bolonia, creo que la única construcción humana capaz de cumplir con tal objetivo es una Biblioteca descentralizada, en la que aparentemente reine el caos. Hiperenlaces: la “naturaleza” profunda de la Red En la Biblioteca de Babel todo son referencias cruzadas. Un índice completo es imposible, al igual que su antónimo: el índice de libros prohibidos. Pero no por ello nuestros políticos dejarán de buscarlo, hasta el punto de intentar dañar la Biblioteca. Sinapsis es un término griego, cuyo significado es enlace. Y la sinapsis neuronal, la forma en que se comunican las neuronas entre sí, es posiblemente el mejor ejemplo biológico para explicar Internet. La “naturaleza” de la Red está basada en la sinapsis de sus neuronas, en sus hiperenlaces. Nada es casual: si entrecomillo “naturaleza” es porque Internet es una construcción humana, y como tal construcción, carece de otra naturaleza que no sea la que le han dado los arquitectos de sistemas. Coincido con Lessig en este punto: es preferible hablar de la arquitectura profunda de la Red. Pero como me dirijo a políticos, tengo que utilizar un lenguaje sencillo, que ellos puedan entender, desde su simplicidad necesitada de parábolas. Caótica como la química orgánica, y como la química orgánica, basada en los enlaces: Internet fermenta a diario, y no deja de crecer. No es extraño, pues, que hablemos de su “naturaleza”, dado que se comporta como un ser vivo. Pero sólo lo es en apariencia: lo que está vivo en ella son las personas que la habitan. Sin embargo, hay algo en su arquitectura que la hace saltar como si estuviese dotada de sistema nervioso: la resistencia a la censura. Lo dijo John Gilmore: Internet interpreta la censura como un daño, y todo su sistema de defensa se sensibiliza para aislar al invasor. Ha pasado cientos de veces, y seguirá pasando. No quieres caldo, pues toma dos tazas: ahí está La Lista de Sinde para demostrarlo. Perseguir de cualquier forma los enlaces de hipertexto, en tanto que simples enlaces, es perseguir Internet. Y es la forma más sencilla de conseguir la unidad de todas las fuerzas de resistencia en contra de la censura: algo que en cualquier otra circunstancia sería imposible, habida cuenta de las diferencias culturales e ideológicas de las diferentes tribus que conforman la Red. La Ley Sinde, una enfermedad neuronal El sistema mental de nuestros políticos es un triste reflejo de las estructuras jerárquicas donde medran. Unas estructuras jerárquicas, caldo de cultivo de toda corrupción, que les impiden comprender la complejidad de la sociedad-red emergente. En su simpleza, piensan que pueden identificar el índice de libros prohibidos que les permita censurar la Biblioteca. Como quien le quita a un niño el tomo de la letra P de la enciclopedia, para que no pueda buscar la Palabra Prohibida. No entienden nada. De la misma forma que se aísla al invasor, la propia Red es capaz de restaurar sus sinapsis dañadas, circunvalando cualquier tipo de censura. A la larga, el derroche de fondos públicos no servirá para mucho. Pero eso no quiere decir que la Ley Sinde no sea dañina: cualquier mutilación de la Red puede ser un infinito drama humano, como lo es cualquier abuso del poder sobre la ciudadanía. Como ya pusieran de manifiesto David Bravo y Javier de la Cueva, la razón última de la reforma es la falta de confianza del Ejecutivo y de los abogados de las multinacionales del entretenimiento en la judicatura española, que no interpreta las leyes como a aquéllos les gustaría. Nada es más manejable que un Gobierno en decadencia, infinitamente más flexible que jueces y fiscales a la hora de adaptarse a las necesidades del verdadero poder. No me extenderé aquí sobre las razones que hacen de la Ley Sinde una mala ley. Es mucho más esclarecedor leer lo que han dicho de ella los magistrados encargados de aplicarla, los catedráticos que tendrían que estudiarla, o los abogados que habrían de utilizarla. Órganos consultivos y colectivos sociales se han pronunciado extensamente, y exceptuando a una fantasmal Coalición –en la que cada día se hace más difícil la convivencia de intereses entre verdaderos autores y simples intermediarios- ningún jurista de prestigio ha defendido el anteproyecto de ley. Y ya que menciono la Coalición… Ignoro si el experto en relaciones públicas que la bautizó conoce la Historia: siempre es preferible atribuir a la ignorancia lo que de otra forma sería traición a quien le contrató. No se explica de otra forma tamaña necedad: si te autodenominas Coalición, estás reconociendo que lo que tienes delante es una Revolución que antes o después se convertirá, inexorablemente, en nueva República. Autores y editores, perdidos en la Biblioteca El primer engañado es el propio autor, al que se le hizo creer que el número de copias se podía controlar, y que su editor siempre le diría la verdad. Peor es el yerro del editor, al que sus asesores le dijeron que se podría perseguir toda copia no autorizada. Pero no hay peor engaño que el de aquel que se engaña a sí mismo, y llega a construir organizaciones con el sólo objetivo de perseguir la copia: organizaciones despojadas completamente de su objetivo fundacional, la protección del autor, y que sólo aspiran a su propia supervivencia, basada en la represión. Los impulsores de la Disposición Final Primera de la Ley de Economía Sostenible son charlatanes, vendedores de elixires milagrosos, que han engañado a autores, editores, y aún a sí mismos, para mantener hasta el final una inmensa ficción jurídica: la posibilidad de perseguir o impedir la copia de las obras en cualquier tipo de circunstancia. Hasta el último jurista español conoce el principio establecido en el artículo 3, apartado 1 del Código Civil: “Las normas se interpretarán según el sentido propio de sus palabras, en relación con el contexto, los antecedentes históricos y legislativos, y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad de aquéllas.” Cuando la realidad social ha permitido que todos los ciudadanos puedan copiar y compartir libremente sus bibliotecas, la norma deviene inútil. En el ámbito de la Propiedad Intelectual, una normativa basada en la persecución de la copia, o del enlace a la copia, no sirve absolutamente para nada. Un verdadero asesor le hubiese dicho eso desde el principio a sus clientes, en lugar de embarcarlos en una guerra perdida de antemano. Un verdadero asesor hubiese buscado vías alternativas para conseguir que autores y editores pudiesen seguir viviendo de su trabajo. Pero hace tiempo que dejaron de ser asesores, para convertirse en asesinos de ideas: un ejército mercenario que ha acabado por imponerse a aquellos que lo contrataron, en un verdadero golpe de estado editorial. Otra propiedad intelectual es posible Se parte de un presupuesto erróneo: un número finito de páginas, cuantificado en aproximadamente 200 páginas por los impulsores de la censura. Y se olvida de la médula del problema: el hecho evidente de que las copias seguirán existiendo, multiplicándose hasta el infinito, al igual que los enlaces. El principal error reside en la errónea percepción del problema: la copia. Si cambiamos la perspectiva, se puede abordar la complejidad de otra forma más favorable para llegar a una solución de consenso. Y es que el verdadero problema no es la copia. El verdadero problema es considerar la copia como la protagonista del derecho de autor, cuando el único protagonista, el protagonista absoluto, no puede ser otro que el propio autor. La industria musical, cinematográfica, editorial y del videojuego gira en torno a un concepto erróneo: el de producto. Hay otra forma de enfocar el problema: entender que se trata de una industria de servicio. Servicio al autor y a su público. Como he explicado anteriormente en varios artículos, el futuro de la industria pasa por poner en contacto al autor con su público, en el menor tiempo posible. En un mundo globalizado y digitalizado, la velocidad es primordial, y en consecuencia, toda la cadena económica debe basarse en la inmediatez. El editor que consigue ofrecer al público un modelo de acceso inmediato a las obras, aleja al público de cualquier canal alternativo. Si algo no puede permitirse la sociedad actual, es perder el tiempo. Una profecía cumplida Umberto Eco no lo sabía entonces, pero él profetizó la Biblioteca que hoy es Internet. En el año 1981 pronunció una conferencia en la Biblioteca Comunale de Milán, bajo el título “De Biblioteca”. Al final de la conferencia, Eco –sobre todo, eco de Borges- define lo que para él sería la Biblioteca ideal. Evidentemente, no podía imaginar los chats, los twitters ni los facebooks. Pero como en la vieja caverna, todo estaba ya contenido en la Idea: de la Rosa original sólo nos queda el nombre. La Biblioteca: Si la biblioteca es, como lo quiere Borges, un modelo del universo, procuremos transformarla en un universo a medida del hombre, e insisto, a medida del hombre significa también alegre, aún con la posibilidad de tomarse un capuchino, y con la posibilidad de que dos estudiantes se sienten una tarde sobre el sofá, no digo para darse indecentes abrazos, sino para llevar a cabo parte de su coqueteo en la biblioteca, mientras toman o devuelven a los estantes algunos libros de interés científico; es decir, una biblioteca que despierte el deseo de visitarla y se transforme gradualmente en una gran máquina para el tiempo libre, como lo es el Museum of Modern Arts donde se puede ir al cine, pasear por el jardín, mirar las esculturas y consumir una comida completa. Sé que la Unesco está de acuerdo conmigo: “La biblioteca… debe ser de fácil acceso y sus puertas deben estar abiertas de par en par a todos los miembros de la comunidad, quienes podrán usar libremente de ella sin distingos de raza, color, nacionalidad, edad, sexo, religión, lengua, estado civil y nivel cultural”. Es una idea revolucionaria. Y la alusión al nivel cultural requiere también una acción de educación, de consejería y de preparación. Y finalmente el otro punto: “El edificio donde funciona la biblioteca pública debe ser central, fácilmente accesible aún a los inválidos y abierto en horarios cómodos para todos. El edificio y su amueblamiento deben ser de aspecto agradable, cómodos y acogedores; y es esencial que los lectores puedan acercarse directamente a los estantes”. ¿Lograremos transformar la utopía en realidad? La utopía ya es realidad, y se llama Internet. Una inmensa Biblioteca abierta a todos, una gran máquina para el tiempo libre, un lugar donde convivir y aprender, accesible a los discapacitados. Un lugar que atesora todo el conocimiento humano. Y un lugar que hoy está en peligro, amenazado por el peor de los dogmatismos jerárquicos: el que surge de la obediencia y la estupidez. Todos y cada uno de nosotros podemos evitar este incendio. Madrid, 3 de marzo de 2010. Fuentes: www.nacionred.com, www.noalcierredewebs.com, www.kriptopolis.orgEn España la actualidad nos regala en estos últimos días una pagina de historia muy lamentable. El Gobierno español ha aprobado, sin cambios, la polémica ‘ley Sinde’ o ley antidescargas, que forma parte de la Ley de Economía Sostenible.
No se han tenido en cuenta las advertencias del CGPJ sobre las consecuencias de llevarse a cabo la legislación sobre propiedad intelectual recogidas en la Disposición Final Primera de la mencionada Ley de Economía Sostenible.
El abogado Carlos Sánchez Almeida de Bufet Almeida ha explicado de manera ejemplar la situación en la que nos encontramos en una ponencia para el “Seminario Ley de Economía Sostenible”, celebrado el 3 de marzo de 2010 en la EUITT de la UPM.
Por Carlos Sánchez Almeida
En este ocaso somos aún antorchas, luz que sobresale en el horizonte. Y, mientras esta muralla resista, seremos custodios de la Palabra divina.
No inicio esta conferencia con una cita de Umberto Eco por casualidad. El propio título, “Antorchas en la Biblioteca”, hace referencia a una frase de la obra maestra del semiólogo italiano, nacido –las cosas del destino- en un pueblo italiano llamado Alessandria: “En este ocaso somos aún antorchas, luz que sobresale en el horizonte”.
El caos es un orden por interpretar, cuya comprensión está vedada a quien necesite pensar de una forma jerárquica, rígidamente estructurada. Los devotos del orden alfabético nunca entenderán la Red, y precisamente por ello pueden causar mucho daño.
La pretensión del Gobierno Zapatero es modificar el tratamiento jurídico de los hipervínculos de Internet, de forma que puedan cerrarse las páginas que recopilan enlaces a contenidos protegidos por derechos de autor. En lugar de focalizar el problema en la vigente Ley de Propiedad Intelectual –que no define el enlace como comunicación pública de las obras- el Gobierno pretende otorgar competencias a un órgano administrativo, la Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual del Ministerio de Cultura, para que por ésta se determine qué páginas deben ser cerradas.
Lo divertido de toda esta historia es el origen: el concepto de copia previsto en la Ley de Propiedad Intelectual. Algo que desde el principio es un timo en toda regla.
El objetivo de la Ley Sinde no es otro que cerrar, a cualquier precio, las llamadas “páginas de enlaces”. Webs cuyo contenido fundamental son enlaces a archivos compartidos por los usuarios, que en buena parte son copias de obras protegidas por derechos de autor.
Empecé esta conferencia hablando de Umberto Eco, y he de acabar hablando nuevamente de él. Porque frente a los bibliotecarios dogmáticos, esclavos del orden, todos y cada uno de nosotros somos un pequeño y caótico Adso de Melk: todos y cada uno de nosotros podemos evitar el incendio de la mayor Biblioteca creada por el espíritu humano.

16 feb 2010
Profesiones del futuro no tan lejano
Con 2001 Odisea del Espacio fuimos lanzados bruscamente al futuro, y sin embargo ya hemos llegado y las cosas no han cambiado tanto. Pero sí han cambiado y seguirán cambiando. Sin embargo habrá profesiones que continuarán siendo indispensables, algunas más que otras. Habrá más movilidad, seguramente, pero todos necesitaremos un lugar en el que vivir, comer, higiene, educación y atención sanitaria para enfermedades hoy incurables o desconocidas. Habrá problemas económicos, como de costumbre. Siempre se buscará estimular el desarrollar la economía, pero ahora cuidando el medioambiente. La vida política cada vez más globalizada e intrincada. Probablemente querremos saber adónde van a parar lo que recaudan con nuestros impuestos, y querremos tener mayor participación en las decisiones sobre los asuntos que nos afectan en nuestra vida cotidiana.
Habrá nuevos negocios, innovaciones en todos los sectores... Patentes habrá a cada instante y otras quedarán pronto obsoletas. Para los nuevos problemas se buscarán nuevas soluciones. Aumentará la esperanza de vida pero esto significa que habrá mayor distancia intergeneracional. La educación seguirá siendo la clave para la formación de los niños y estudiantes. Pero los sistemas educativos se basarán más en las nuevas tecnologías que en otra cosa. Más serán los que accedan a las nuevas tecnologías y habrá más y más herramientas para interconectarnos. Las expectativas sociales serán cada vez mayores. Se buscará un mayor bienestar para un mayor número de ciudadanos y una de las exigencias será proteger las especies animales y vegetales y el medioambiente. Pero al mismo tiempo la población aumentará y el ecosistema estará más débil que nunca. Serán necesarias fuentes de energías renovables y alternativas, más limpias. ¿Cuáles entonces serán las profesiones por entonces?
Sin duda una policía virtual, genios en ciencias de la salud y en ciencias en general, y en nanotecnología y en investigación medioambiental... Expertos en longevidad, profesionales de la educación virtual, analistas de consumo energético, expertos teletransportadores... expertos en terapias experimentales, gestores de marca personal, expertos en terapias experimentales, gestores de recursos y de negocios bancarios, gestores de bases de datos, programadores personales de entretenimiento, consultores de relaciones personales en la red, especialistas en juegos virtuales, o gestores de avatares, cirujanos para ampliar nuestra memoria, a especialistas en leer la mente y a terapeutas socializadores, técnicos en telemedicina y a diseñadores y mecánicos de robots, analistas de reciclaje, a guías de viajes por el espacio, y a analistas y gestores de redes sociales, diseñadores de sistemas sociales, a los auditores y consultores financieros del cambio climático, comerciales de agua, asesores de derechos del terreno de los desiertos, proveedores de servicios de longevidad, a consultores personales de salud y obesidad, y a nutricionistas.
Conviene ir preparándose desde ya.

3 dic 2009
Aprender informática como niños (todo gratis)
¿Qué mejor que hacer un curso de informática para niños, gratis, además, en lugar de complicarnos la vida con un curso para adultos? En InfoPeques, tenéis un cursillo completo que incluye:
- Vídeos explicativos realizados con dibujos animados.
- Vídeos realizados sobre las propias aplicaciones.
- Interactividad.
- Prácticas y cuestionarios
- Qué es un ordenador y para qué sirve.
- Qué es un programa.
- Qué es un Sistema operativo: Windows.
- Escribir con el ordenador: Word.
- Crear presentaciones animadas: PowerPoint.
- Qué es y cómo se navega con Internet.
