'The New York Times' lanzó en 1931 un reto a varias personas influyentes del mundo de la ciencia, la sociología o la economía: predecir cómo sería el mundo en 2011. Pese a que algunos pecaron de optimistas, sorprende lo bien que nos conocieron hace 80 años.
10.12.2010 / lainformación.com
Imagen: Henry Ford
En su 80 aniversario en septiembre de 1931, el periódico 'The New York Times' pidió a destacadas personalidades del mundo de la ciencia, la cultura o la industria, que diesen su visión de cómo creían que sería el mundo en ocho décadas, es decir, en 2011.
Los nombres elegidos para hacer sus predicciones, según abnormaluse, fueron el médico de la Clínica Mayo y co-fundador de WJ Mayo, el famoso industrial Henry Ford, el anatomista y antropólogo Arthur Keith, el físico y Premio Nobel Arthur Compton, el químico Willis R. Whitney, el físico y premio Nobel Robert Millikan, el físico y químico Michael Pupin, y el sociólogo William F. Ogburn.
"Los Estados Unidos alcanzarán los 160 millones de habitantes", aseguró William F. Ogburn, una cifra algo alejada de la realidad, ya que en el último censo realizado a finales de 2009 contaba con 308 millones, casi el doble de lo que predijo el sociólogo. Sin embargo, teniendo en cuenta la dificultad de lo que se les pedía, hay que reconocer que estos visionarios no lo hicieron del todo mal. De hecho el mismo Ogburn dió en el clavo en varios aspectos relacionados con el ritmo de vida actual.
"El progreso tecnológico, con su ley exponencial de crecimiento, es la clave para el futuro" aseguró el sociólogo, "sin embargo, la heterogeneidad de la cultura material conllevará el nacimiento de lenguajes que sólo los especialistas podrán entender. El paisaje se transformará a causa de la tecnología y disminuirá el número de agricultores".
El sociólogo también fue capaz de ver aspectos relacionados con la vida familiar ya que aseguró que aunque ésta no se destruiría sí sería menos estable en los primeros años de vida matrimonial con un mayor número de divorcios de los que había en 1931. Asimismo, fue capaz de predecir la emancipación de la mujer, "su vida será más parecida a la de los hombres y pasarán más tiempo fuera del hogar". No obstante, el sociólogo fue demasiado optimista en algunos casos ya que aseguró que la pobreza sería eliminada.
Por su parte, el Doctor Mayo también estuvo muy acertado al afirmar que las enfermedades contagiosas e infecciosas se habrían superado en gran medida y que las principales causas de muerte serían las enfermedades ligadas al corazón, vasos sanguíneos, riñones, enfermedades del sistema nervioso y cáncer. Además predijo que la esperanza media de vida en los EEUU sería de 70 años. El médico no iba tan desencaminado ya que el promedio es de 77,9 años.
El antropólogo Arthur Keith advirtió ya en 1931 de los peligros que podría entrañar un exceso de especialización y para ello ponía un ejemplo: "Hace ochenta años la medicina se dividió entre los tres órdenes de especialistas - médicos, cirujanos y matronas" afirmó el experto al periódico, "ahora hay más de medio centenar de distintas ramas especiales para el tratamiento de enfermedades humanas. Es este aspecto de la vida - su especialización cada vez mayor - que me asusta".
El empresario Henry Ford, predijo apenas dos años después del crack del 29, que en los siguiente 80 años se iba un producir un "repaso y rediseño" de la "máquina económica no para hacer algo diferente a lo que tenemos, sino para conseguir que la máquina actual haga lo que han dicho que puede hacer". La observación asusta teniendo en cuenta que 80 años después seguimos sin saber qué teclas hay que tocar para hacer que esa máquina funcione como es debido.
Robert Millikan aseguró que "la difusión del método científico, que ha sido profundamente significativo para la física, está a punto de ser utilizado para solucionar problemas de índole social".
Por su parte, el científico Michael Pupin se mostró optimista en lo que se refiere a la mejor distribución de los recursos económicos.
"Los grandes inventos que han sentado las bases de nuestras industrias modernas y de la civilización industrial han nacido en los últimos ochenta años. El poder actual para crear riqueza nunca ha sido igualado en la historia de la humanidad pero nos falta todavía la sabiduría necesaria en lo referente a la distribución equitativa de la riqueza que se crea. Por lo que puedo profetizar que durante los próximos 80 años esta civilización corregirá estas deficiencias con la creación de una democracia industrial que garantice a los trabajadores una distribución equitativa de lo producido por su trabajo".
El último de los "visionarios" fue Compton que predijo que las fronteras nacionales poco a poco dejarían de tener la importancia de 1931 y estuvo acertado al afirmar que China "con sus excelentes recursos naturales" tendría "un papel prominente en los asuntos mundiales".
15 dic 2010
Año 2011: visiones de futuro desde el año 1931
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