NUEVA YORK, Estados Unidos, oct. 14, 2010.- Si su pareja trabaja ayudando o entreteniendo a la gente y esto implica algún tipo de contacto físico, su matrimonio podría estar en peligro, de acuerdo con cifras comparativas de índices de divorcio basadas el censo en Estados Unidos.
Las profesiones basadas en ayudar a los demás, como enfermeras, masajistas y terapeutas físicos, así como las de sector de la hospitalidad tales como meseros, porteros y animadores, tienden a tener altos índices de divorcios.
Según el estudio, éstas serían las 15 profesiones con mayores índices de divorcio en la Unión Americana:
Bailarín: 43%, cantinero: 38%, masajista: 38%, operador de máquinas; 32%, animador: 31%, obrero de fábrica: 29%, operador de teléfonos: 29%, enfermero: 28%, deportista: 28%, portero: 28%, vendedor telefónico: 28%, mesero: 27%, reparador de tejados: 26%, sirvienta: 26%.
El índice de divorcio en Estados Unidos registró 10% en 2009 y sería difícil determinar si estas profesiones y oficios conllevan tendencias de divorcio o atraen a personas inestables.
Los expertos explican que los bailarines, los atletas y animadores, por ejemplo, tendrían un margen más oportuno para no serle fieles a sus parejas, debido a que suelen trabajar lejos de casa y están rodeados por " fervientes simpatizantes", como explicaría Tiger Woods.
Los profesionistas como enfermeros, masajistas y terapeutas, sufren de enorme estrés y trabajan jornadas muy largas que los alejan de sus familias.
Los profesionales del sector hospitalidad como meseros, cantineros, porteros y recamareras suelen trabajar horarios muy irregulares y sus trabajos son estresantes. Generalmente entran en contacto con gente que está vacacionando y la que por tener tiempo, dinero y disponibilidad, podría entablar algún tipo de relación con ellos.
Lo que queda claro es que las profesiones con mayor índice de divorcio son aquellas que conllevan alto nivel de estrés y grandes tentaciones.
Estas tentaciones para Debra Opri, abogada de divorcios, podrían ser el fácil acceso a otras mujeres o hombres, al juego, las apuestas y a bebidas alcohólicas.
Trabajos que requieren viajar continuamente y horas fuera de lo normal generan mucho estrés y desembocan a veces en divorcio porque el trabajador pasa mucho tiempo fuera de casa, separado de su pareja y no siempre es capaz de manejar el estrés acertadamente cuando está fuera del hogar.
Trabajar a horas fuera de lo normal como de noche o de madrugada y pasar más tiempo con los colegas que con su pareja, es causa de divorcio, pero la gran causa de ruptura según el abogado Vanden Eykel es la presión económica.
"Cuando uno no puede pagar sus cuentas, crece una presión económica que resulta en muchos casos inevitable". Esto afecta no sólo a personas de mediano y bajo ingreso, sino a ejecutivos de empresas y dueños de negocios que sostienen niveles muy altos de vida, con grandes riesgos y dificultades y que debido a esta presión tan brutal sus matrimonios terminan a veces en divorcio.
Nueva York es el estado con el menor índice de divorcio en Estados Unidos, después de Nueva Jersey y Dakota del Norte. Se registra por debajo del 9 por ciento. La razón principal es que divorciarse es carísimo. Los gastos para pagar abogados pueden sumar millones de dólares y los juicios suelen tomar años.
En esta época de recesión numerosas parejas que ya no se entienden más optan por seguir viviendo bajo el mismo techo, ya que divorciarse está muy por encima de sus recursos.
Los workaholics
Según las estadísticas se supo que la persona adicta a su trabajo aumenta el doble las posibilidades de divorcio. El estudio fue realizado por la universidad estadounidense de Carolina del Norte, que confirmo que si en una pareja uno es adicto al trabajo las posibilidades del divorcio aumentan mucho mas que las parejas que llevan una vida tranquila.
Al parecer ser adictos al trabajo produce un distanciamiento en la pareja, ya que el adicto lleva los problemas del trabajo a su caso o de tanto trabajar no tiene ni tiempo para ver a sus hijos y a su esposa. A los adictos del trabajo se los llama “workaholics” y según los estudios realizados estas personas no pueden lidiar con ningún tipo de situación de su vida cotidiana, es decir no puede preocuparse ni por su pareja ni por sus hijos.
El estar tan pendientes del trabajo no solo puede conducirnos al divorcio, sino también a la infidelidad por parte de la otra persona, puede reducir daños en la salud, etc.
3 dic 2010
Causas de divorcio: ¿en qué trabajas?
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