1921 es el año que vio nacer el perfume femenino por excelencia, Chanel Nº5 se convirtió, once años después de la fundación de la maison Chanel, en el primer perfume de firma y alta costura.
Tenía que ser Coco la primera en atreverse a llevar su firma a un aroma porque, al igual que en el asunto del vestir volvía a los básicos en el convencimiento de que es en la simplicidad donde reside la elegancia, no dudaba de lo esencial de un perfume porque, según afirmaba ella misma, una mujer sin perfume es una mujer sin futuro.
En Chanel Nº5 reside un secreto que nadie ha logrado desentrañar, es el secreto del éxito, el que explica como un perfume estrenado en 1921 continúa siendo en 2013 uno de los predilectos del mundo femenino manteniendo tanto el aroma de su esencia -la prueba número 5 que Ernest Beaux presentó a Coco- como el diseño de su frasco -el de líneas sencillas cuya tapa recuerda en su forma a la Place Vendôme-.
La historia de su evolución en el mundo se escribe pues en sus carteles publicitarios en los que aparece siempre, irrenunciable, la silueta del frasco del perfume cuando no su imagen y las letras claras, simples, sin vueltas ni volutas, en las que se lee con claridad meridiana Chanel n5.
Otro de los recursos desplegado por la maison Chanel para hacer su perfume inolvidable, fue la colaboración de las bellezas del momento en sus campañas; en el 37 es la propia Coco quien luce en blanco y negro en el cartel- fue antes de la segunda Guerra Mundial y los supuestos coqueteos de la diseñadora francesa con el nazismo que le costaron un exilio en Suiza tras la caída del régimen de Hitler. Eso a pesar del guiño que quiso hacer al bando aliado regalando en su tienda de París pequeñas muestras de perfume a los soldados americanos que regresaban a casa; esta acción no la salvó del exilio, pero sí logró escenificar la unión de la línea de perfumes de Chanel -de la que ella sólo poseía un 10%- y su maison de alta costura-.
En el 57 -poco después de que Coco diera por finalizado su exilio suizo y volviera a París a retomar su creatividad y sus sueños en su maison, y también en el tiempo en el que Marilyn une el perfume a su leyenda afirmando que dos gotas de esa esencia es lo único que viste para dormir- el rostro de Chanel Nº5 es Suzy Parker, quien luce sofisticada y seductora bajo el lema ‘toda mujer viva ama Chanel n5‘.
En el 71 la guapísima británica Jean Shrimpton cuya imagen aparece dentro del frasco de perfume representando de modo gráfico y perfecto aquello que decía Chanel respecto a que su Nº5 era una aroma esencialmente femenino-y en se mismo año Coco se despide del mundo dejando su esencia en la tierra por siempre jamás-.
Un año más tarde, en el 72, fue la inolvidable gala Catherine Deneuve que repetería en el 75; en los 90 vimos a Carole Bouquet y a Estella Warren que repetiría en el 2000 para dar paso a la bellísima y cinematográfica Nicole Kidman en 2005.
En 2012, tan solo un año atrás, Chanel demostró que continua siendo una firma rompedora dentro de su defensa de la simplicidad, la clase y el estilo: un hombre, Brad Pitt, fue entonces la imagen del perfume femenino por excelencia.
La cuestión que flota en el aire envuelta en el halo de un aroma es… ¿a qué huele Chanel Nº5? a flor de naranja amarga, jazmín, rosa, vainilla, vertiver, madera de sándalo… a esencia de mujer.
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