Los motivos por los que las universidades eligen a ciertos profesionales de renombre para impartir cursos de verano, son principalmente por la aportación que todas estas personalidades pueden realizar en un área de conocimiento concreto. Y, aunque mucho se especula sobre lo que se cobra por la participación de estos ponentes, sobre todo, los más famosos o conocidos, lo cierto es que los precios no son tan elevados e, incluso, en algunos casos no se percibe ninguna compensación económica.
No obstante, todo depende de la universidad porque en algunas las tasas varían mientras en otra son fijas, del papel que desarrolle esta personalidad (director de curso, ponente, conferenciante…) y de los patrocinios que se consigan, que pueden contribuir a aumentar la cuantía estipulada inicialmente.
Entre las universidades que mayor retribución económica ofrecen a los participantes se halla la UIMP, que posee toda una serie de tarifas para cada función y según condiciones de si se es residente o no en la localidad en la que tiene lugar el curso. Por ejemplo, en el caso de las personalidades residentes, éstas perciben 767 euros por dirigir un curso; 420 euros por la secretaria de un curso o una conferencia; 163 euros por una mesa redonda y moderación; 6.300 euros por un curso magistral o por participar en la actividad el autor y su obra, y 3.089 euros por los talleres.
Entre otras tarifas de la UIMP también figuran las que se aplican a los profesores en cursos de postgrado no regulados por convenio específico. En este caso, un director de máster percibe 2.000 euros por curso; un coordinador de tramo durante 2 o 3 semanas con una retribución de 1.534 euros y un coordinador de prácticas, 315 euros. Además, se les proporciona manutención y, en caso contrario, se proporciona un abono de 31 euros por día.
En la Universidad Complutense de Madrid, las tarifas previstas contemplan pagos de 1.082 euros por ser director de un curso, 700 euros por director de un encuentro y 722 euros por ser secretario de un curso. Un precio en el que se incluyen todas las intervenciones. También se contempla el pago de 433 euros por conferencia y mesa redonda, 290 euros si se pronuncia una segunda conferencia y 217 euros por una mesa redonda si no participa en una conferencia. Aparte, se les cubre los gastos de viaje por la vía más directa y la tarifa más económica; el servicio técnico hasta El Escorial desde el aeropuerto, kilometraje si el desplazamiento se realiza en un vehículo particular, alojamiento y manutención. Sin embargo, no entran otros gastos derivados del desplazamiento o adicionales como teléfono, taxis o aparcamiento.
Precios más modestos son los que tiene estipulados la Universidad Pablo Olavide, que prevé que un director coordinador perciba hasta 600 euros; hasta 300 euros se abonan por una ponencia de 2 horas; hasta 200 euros por un taller práctico de dos horas; hasta 150 euros por moderar una mesa redonda de 2 horas; 125 euros por participar en una mesa redonda de dos horas. También se cubre el desplazamiento.
En esta línea se enmarcan también las tarifas de la Universidad del País Vasco en sus Cursos de Verano en Donostia, en los que se paga un precio fijo de 360 euros, además de hacerse cargo de la manutención y el alojamiento.
Una cantidad que es similar a la de la Universidad de Zaragoza, que también contempla un pago de unos 350 euros por un curso con una duración de dos días y medio y hasta 400 euros en el caso de que se hayan generado recursos propios al margen de los aportados por la administración, además de correr con los gastos de alojamiento y manutención.
En el caso de la Universidad de Burgos, las tarifas son también más económicas. Aquí, por ejemplo, se perciben 360 euros por ser director del curso; 330 euros por una conferencia, 150 euros por segunda conferencia o sucesivas y 150 euros se pagan al evaluador, cantidad que también se recibe por participar en mesas redondas. En talleres, visitas u otras actividades, se contempla un pago de 180 euros. El alojamiento, manutención y desplazamiento también corre por cuenta de la universidad.
Por su parte, en la Universidad de Barcelona se abona una media de 200 euros por conferencia y se hacen cargo del coste del desplazamiento para los participantes no residentes.
Otra forma de pago es el establecido en la Universidad de Córdoba, que tiene fijado un precio de 70 euros por hora de docencia a los profesores.
Buscan mayor reconocimiento profesional
Sin embargo, el pago de las retribuciones económicas no suele ser el principal motivo por el que se participa en los cursos de verano. Según explica José Luis Calvo, responsable de los cursos de verano en la Universidad de Zaragoza, muchos especialistas acuden “porque hay tradición de estos cursos y muchos han venido cuando eran estudiantes, se tiene más prestigio profesional y muchas veces se hacen relaciones y surgen colaboraciones que se concretan en nuevas vías de investigación o que se materializan en un libro”.
Una opinión que también comparte Ángel Gutiérrez, responsable de los cursos de verano en la Universidad Politécnica de Madrid, quien señala que “la mayoría no cobran nada porque son de círculos cercanos”, aunque reconoce que la cuantía puede depender en función de la personalidad.
El prestigio profesional es uno de los factores más importantes y relevantes, al menos, en el caso de la Universidad de Barcelona, en la que “es una universidad muy grande y viene por el currículum, porque es prestigio”, apunta Nuria Valín, responsable de la Secretaria de los Cursos de Verano de la Universidad de Barcelona.
18 may 2010
Lo que algunos ganan por dar cursos de verano
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