Su gobierno estuvo marcado en la primera década por una apertura hacia Europa Occidental y Estados Unidos, por lo que se apartó de los otros estados firmantes del Pacto de Varsovia durante la Guerra Fría. Continuó una tendencia previamente establecida por su predecesor, Gheorghe Gheorghiu-Dej, quien había logrado persuadir a la Unión Soviética de que retirase sus tropas en 1958.
Sin embargo, la segunda década del gobierno de Ceaușescu se caracterizó por un régimen cada vez más brutal y represivo. Instauró un riguroso culto a su personalidad, un notable incremento nacionalista y un total deterioro de las relaciones internacionales con las fuerzas de Occidente, a semejanza de la Unión Soviética. El gobierno de Ceaușescu fue derrocado durante la Revolución de diciembre de 1989, en la que él y su esposa Elena Ceaușescu fueron juzgados por un tribunal militar acusados de genocidio, subversión del estado mediante acción armada contra el pueblo, destrucción de la economía y del patrimonio nacional y desfalco. Finalmente, y considerados culpables de los hechos, fueron ejecutados forma sumaria tras una mediática sesión en los tribunales de dos horas televisada para todo el país.
Biografía
Primeros años
Nacido en la villa de Scornicești en Oltenia, hijo de Alexandrina —su madre, hija de un oficial del ejército de Tudor Vladimirescu— y Andruță Ceaușescu —su padre, un pastor de Gorj y defensor del Partido Campesino—, Nicolae Ceaușescu se trasladó a Bucarest con once años de edad para trabajar en fábricas. A comienzos de 1932 ingresó en el Partido Comunista de Rumania, entonces ilegal, y fue arrestado por primera vez en 1933 por altercados en las calles durante una huelga. Un año más tarde, en 1934, fue arrestado nuevamente por recoger firmas a favor de unos trabajadores del ferrocarril a quienes se estaba procesando y dos veces más por actividades similares. Estas detenciones le granjearon la descripción de "peligroso agitador comunista" y "distribuidor activo de propaganda comunista y antifascista" en los archivos policiales. Pasó, pues, a la clandestinidad, pero fue capturado y encarcelado en la prisión de Doftana en 1936 durante dos años por actividades antifascistas.
Mientras estuvo en prisión conoció a Elena Petrescu, en 1940, con quien se casó en 1946 y que tendría un rol fundamental en su vída política durante el resto de su carrera. En 1940 fue arrestado y encarcelado de nuevo. En 1943 fue trasladado al campo de concentración de Târgu Jiu, donde compartió celda con Gheorghe Gheorghiu-Dej y se convirtió en su protegido. Tras la Segunda Guerra Mundial, cuando Rumania comenzaba a caer en la influencia soviética, Ceaușescu fue secretario de la Unión de la Juventud Comunista (1944-1945).
Cuando los comunistas llegaron al poder en Rumania, en 1947, se convirtió en ministro de Agricultura y viceministro de las Fuerzas Armadas bajo el gobierno de Gheorghe Gheorghiu-Dej y nombrado mayor general en 1950. También ocupó entonces el cargo de viceministro de Defensa y jefe de la Dirección Superior de Política del Ejército. En 1952, Gheorghiu-Dej lo llevó al Comité Central del Partido meses después de la "Facción Moscovita" liderada por Ana Pauker. En 1954 se convirtió en miembro pleno del Politburó y, finalmente, se alzó con el segundo puesto más importante en la jerarquía del partido.
Líder de Rumanía
Con la muerte de Gheorghiu-Dej en marzo de 1965, Ceaușescu se convirtió en líder del PCR (tras una disputa con Gheorghe Apóstol) y en 1967 llegó a la presidencia del Consejo del Estado. Rápidamente se convirtió en una figura popular, gracias a su política independiente, que desafiaba la influencia de la URSS en el país.
Relaciones internacionales
En los años 60 puso fin a la participación activa de Rumanía en la alianza militar del Pacto de Varsovia, destacando su condena a la invasión de Checoslovaquia en 1968. En 1974, Ceaușescu se convirtió en presidente de la República, manteniendo su posición independiente en las relaciones internacionales. Por ello, en 1984 su país fue uno de los pocos Estados pertenecientes al campo socialista que participaron en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. Además, Rumanía fue el primer país del Bloque del Este en tener relaciones oficiales con la Comunidad Europea.
En 1978 Ion Mihai Pacepa, un experimentado miembro de la Securitate, desertó a Estados Unidos, lo que fue un duro golpe para el régimen y lo llevó a rediseñar la arquitectura de la policía secreta. El libro de Pacepa, Horizontes rojos: Crónicas de un espía comunista (1986), señala que el régimen de Ceaușescu colaboró con extremistas árabes y realizó espionaje a industrias de países occidentales.
En 1982 recibió la visita del dirigente comunista español Santiago Carrillo, por entonces secretario general del Partido Comunista de España (PCE), pronunciándose "contra el emplazamiento de nuevos misiles en Europa y por la destrucción de los ya existentes". En un comunicado conjunto abogaron por la "reanudación de la Conferencia de Madrid sobre Seguridad y Cooperación en Europa".
Economía y sociedad
Ceaușescu rehusó poner en práctica planes liberales con respecto a la economía. La evolución de su régimen siguió la ruta empezada por Gheorghiu-Dej. Su oposición al control soviético fue mayormente determinada por su falta de voluntad de cambiar su política no revisionista. La policía política rumana, la Securitate, mantuvo un firme control sobre la libertad de expresión y los medios de comunicación y no toleró la existencia alguna de oposición. Esto se intensificó en la década de 1980. Además, Ceaușescu instituyó un culto a su persona, dándose a sí mismo el título de "Conducător" (conductor), teniendo también un cetro hecho para él.
En 1972 Ceaușescu instituyó un programa de sistematización que fue promulgado como una forma de construir una «sociedad socialista desarrollada multilateralmente». El programa de demolición, construcción y reubicación empezó en las zonas rurales, terminando con el intento de remodelar completamente la ciudad de Bucarest, dañada por un terremoto. Una quinta parte de las construcciones de la capital rumana fueron demolidas y reemplazadas por nuevas edificaciones. Mucha gente murió durante la construcción del Palacio del Pueblo en Bucarest, edificio que actualmente ocupa el Parlamento y que es el segundo edificio más grande del mundo (después del Pentágono). También planificó la demolición de múltiples localidades para trasladar a sus habitantes a edificios de bloques en las ciudades, como parte de su programa de urbanización e industrialización. Decidió la destrucción completa de varios pueblos húngaros en Transilvania para homogeneizar la población.
Para pagar la deuda externa acumulada, producto de la industrialización acelerada en la década de 1970, ordenó la exportación de gran parte de la producción agrícola e industrial del país. El resultado fue la escasez de comida, energía y medicamentos, que provocó que la vida diaria de muchos rumanos fuera una lucha por la supervivencia.
Caída y ejecución
El 17 de diciembre de 1989 Ceaușescu ordenó al Ejército y a la Securitate disparar contra la población civil que se manifestaba en la ciudad de Timișoara. La rebelión se extendió y llegó a Bucarest, donde el 22 de diciembre las Fuerzas Armadas se rebelaron y se unieron a los manifestantes. Ese mismo día, Ceaușescu y su esposa Elena, junto a dos colaboradores, huyeron de Bucarest en un helicóptero. Llegaron a la residencia de Ceaușescu en Snagov, de donde volvieron a partir en helicóptero, pero aterrizaron cerca de Targoviște porque las Fuerzas Armadas habían restringido los vuelos en el espacio aéreo de todo el país. Luego de ser recogidos por un médico que los dejó en el camino, alegando problemas mecánicos, y un segundo automovilista a quien Ceaușescu afirmó que dirigiría una resistencia contra el golpe de Estado, el matrimonio Ceaușescu fue arrestado por la policía en un control de carretera y entregado a los militares insurrectos.
El 25 de diciembre Ceaușescu y su mujer fueron condenados a muerte por un tribunal militar en un juicio sumarísimo, bajo los siguientes cargos: genocidio de "60.000" personas en Timișoara (más tarde se descubriría que el Frente de Salvación Nacional había exagerado hasta 600 veces la cifra real de muertos por motivos propagandísticos, y que de hecho la mayoría de los cadáveres mostrados a la prensa internacional como testimonio de la "masacre" de Timișoara en realidad habían sido desenterrados de un cementerio para pobres), daño a la economía nacional, enriquecimiento injustificable (se acusó a los Ceaușescu de poseer mil millones de dólares depositados en cuentas bancarias en el extranjero, aunque nunca se demostró la existencia de dichas cuentas) y uso de las Fuerzas Armadas en acciones en contra de civiles, siendo ejecutados ambos por fusilamiento en un cuartel militar en Targoviște. Cuando era llevado al patíbulo, Ceaușescu exclamó "¡Viva la República Socialista de Rumanía! ¡La historia me vengará!" y murió cantando La Internacional. Luego, algunas escenas de estos sucesos fueron trasmitidas por la televisión rumana para calmar a la población (ya que seguía habiendo combates entre partidarios y opositores a Ceaușescu).
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