15 dic 2009

Cómo crear una ONG, y cuál es su función

De acuerdo con Soluciones.org, para la creación de una asociación es necesario un mínimo de tres miembros, quienes han de suscribir un Acta Fundacional en los términos de Art. 6 de la Ley Orgánica 1/2002, el cual debe contener necesariamente los Estatutos redactados conforme al art. 7 de la misma Ley.
No obstante no ser preceptiva su inscripción en el Registro de Asociaciones, sí es recomendable, ya sea en el Registro Nacional, ya en el autonómico, según el ámbito territorial de actuación que quieran ustedes dar a la entidad.
Si su ámbito de actuación es autonómico o inferior, deben ajustarse además a lo dispuesto por la notmativa autonómica dictada en aquellas CCAA que hayan desarrollado la competencia legislativa en la materia, y que actualmente son tres: Cataluña, Pais Vasco y Canarias.

Si lo que se desea es constituir una ONGD, hay que ajustarse además, a lo dispuesto por la Ley 23/98 de Cooperación Internacional al Desarrollo Para la creación de una asociación es necesario un mínimo de tres miembros, quienes han de suscribir un Acta Fundacional en los términos de Art. 6 de la Ley Orgánica 1/2002, el cual debe contener necesariamente los Estatutos redactados conforme al art. 7 de la misma Ley.
No obstante no ser preceptiva su inscripción en el Registro de Asociaciones, sí es recomendable, ya sea en el Registro Nacional, ya en el autonómico, según el ámbito territorial de actuación que quieran ustedes dar a la entidad.
Si su ámbito de actuación es autonómico o inferior, deben ajustarse además a lo dispuesto por la notmativa autonómica dictada en aquellas CCAA que hayan desarrollado la competencia legislativa en la materia, y que actualmente son tres: Cataluña, País Vasco y Canarias.

Algunas páginas para recabar más información son: Canal Solidario, Soluciones.org, y la Asociación Española de Fundraising

Controversia

Según Jame Petras, en su artículo de Antroposmoderno, desde el principio de la década de los 80, las clases dominantes neoliberales, junto con el gobierno de Estados Unidos y gobiernos europeos, se percataron de que las políticas del "libre mercado" estaban polarizando a las sociedades en América Latina. Mediante fundaciones privadas y fondos estatales empezaron a financiar a las ONG, mismas que expresaban una ideología contra el Estado y promovían la "autoayuda". A finales de este milenio, existen unas 100 mil ONG en todo el mundo que reciben cerca de 10 mil millones de dólares y compiten con los movimientos sociopolíticos por la lealtad de las comunidades militantes.

Aun cuando las ONG han criticado violaciones a los derechos humanos, rara vez denuncian a sus benefactores en Europa y Estados Unidos. A medida que aumentó la oposición al neoliberalismo, el Banco Mundial (BM) incrementó los donativos destinados a las ONG.

El punto fundamental de convergencia que comparten las ONG y el BM era el rechazo de ambas entidades al "estatismo". Superficialmente, las ONG criticaban al Estado desde un perspectiva de "izquierda" en la que defendían a la "sociedad civil", mientras que al BM lo criticaban en nombre del "mercado".

En realidad, el BM y los regímenes neoliberales aprovecharon las ONG para minar el sistema de seguridad social estatal, y fueron utilizados y reducidos a medios para compensar a las víctimas de las políticas neoliberales.

Otra cuestión es la financiación de las ONGs. Desde newforum.bbc.co.uk se preguntan Si deben estar las organizaciones no gubernamentales más controladas y reguladas por los gobiernos, y si logran estas agrupaciones su cometido. ¿Es una suerte que existan porque si no estaríamos desamparados?

Jorge Medina Rey, presidente de la Coordinadora Española de ONGD tiene otra opinión:

Durante 2007 han tenido un especial e intenso reflejo en los medios de comunicación varios casos de irregularidades, de mal funcionamiento o de inadecuada actuación de algunas ONG relacionadas con el sector de la cooperación al desarrollo (ONGD), unas más conocidas y otras menos. Esas pocas ONGD han conseguido una cobertura mediática muy importante. Hace pocos días, en la recta final de 2007, la Coordinadora Española de ONGD –que representa a más de 400 ONGD– consiguió, después de muchos meses de negociaciones, la firma de un histórico Pacto de Estado contra la Pobreza, suscrito por TODOS los partidos políticos con representación parlamentaria, y que establece bases sólidas y consensuadas de lo que será la política de cooperación al desarrollo en los próximos años. Este acontecimiento, de enorme relevancia en el mundo de la solidaridad, ha pasado bastante desapercibido en los medios.

Es innegable que en 2007 se han producido varios casos notables y notorios de comportamientos inadecuados en algunas ONGD. Pero es llamativo que no haya tenido apenas reflejo en los medios el inmenso trabajo de apoyo a las iniciativas de lucha contra la pobreza que realizan cientos de ONGD en España. Y, sinceramente, lo que nos gustaría ver reflejado en los medios de comunicación no son nuestros logros ni nuestros méritos ni nuestras bondades, sino los esfuerzos de las poblaciones con las que colaboramos para superar las condiciones de carencia y desigualdad en las que viven.

Éste es un gran reto, la comunicación para el desarrollo, de forma que el trabajo de cooperación con las poblaciones más empobrecidas del mundo, realizado a partir de valores de solidaridad, justicia, fraternidad y humanidad, sea amplia y suficientemente conocido. Sería un paso importante para cultivar e incrementar esa solidaridad.

El Estado español, con aportaciones de las diferentes administraciones –central, autonómica y local– ha incrementado en estos años sustancialmente los recursos destinados a ayuda al desarrollo. Junto a ello, muchas ciudadanas y ciudadanos colaboran con el trabajo de las ONGD; solamente en una parte de ese sector, las ONGD integradas en la Coordinadora de ONGD-España, hemos podido ver, en la última actualización de datos de nuestro directorio, que hay casi un millón y medio de personas que colaboran económicamente de forma regular y periódica; otro medio millón lo hace de forma esporádica; casi un cuarto de millón de personas realizan trabajo voluntario y alrededor de 17.000 personas han optado por desarrollar su labor profesional en este sector. La amplitud de esta tarea, que se traduce en miles de iniciativas de cooperación al desarrollo y acción humanitaria, requiere también un amplio y capilar esfuerzo de comunicación para que pueda ser interiorizada y apropiada por nuestra ciudadanía. Una de las formas de promover esos valores que nos motivan, además de respetarlos y defenderlos, debería ser difundirlos.

Si se produce algún caso de irregularidad en una ONGD, los primeros perjudicados son esos colectivos de beneficiarios y de participantes. Por eso, las propias ONGD somos las primeras interesadas en que se detecte cualquier caso de irregularidad y se llegue hasta el fondo de la investigación hasta que se desvele la verdad y se tomen las medidas oportunas. Pero si la reprobación que pueda merecer el inadecuado comportamiento de una persona o de una organización se extiende de una forma apresurada e injusta al conjunto, poniendo en duda no sólo la transparencia sino la coherencia e incluso la legitimidad de todo ese tejido social, en definitiva, juzgando al todo por la parte, también los primeros perjudicados serán esos millones de personas que participan y se benefician de nuestro trabajo.

Es importante que tomemos conciencia de que lo que hay detrás de las organizaciones son personas, millones de personas: beneficiarias, voluntarias, colaboradoras, donantes, trabajadoras, asociadas, militantes… mayoritariamente convocadas, reunidas, aglutinadas por sus valores; personas solidarias que se han comprometido en hacer del mundo un lugar más digno, más justo, más humano; personas a las que, cuanto menos, se les debe respeto, y además merecen respaldo, apoyo, colaboración.

Para las organizaciones de la sociedad civil, la participación es vital: nos dinamiza interiormente, nos permite ser fermento en la sociedad, nos da fuerza y legitimidad para desarrollar nuestro trabajo. No será igual en todos los casos porque las realidades personales son diversas, y por tanto encontraremos personas que participan como socias, o como donantes, o como colaboradoras, o voluntarias, etc. Pero en todos los casos, es un derecho y un deber de todo el que apoya la labor de una organización con su dinero, su tiempo, su opinión… mantenerse informado y, si ve algo que le llama la atención o que no le parece adecuado, preguntar y pedir explicaciones. Esta participación de base será, junto a los medios establecidos por nuestro ordenamiento jurídico, un eficaz mecanismo de control para asegurarnos que las ONGD se gestionan adecuadamente y, lo que es más importante, son coherentes con sus objetivos y principios. ¿Cual es tu opinión?

Ilustración de Enric Jardí

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2 comentarios:

  1. Hola vivo en suecia en estocolmo desde hace tiempo quiero crear una ONG para fometarla en el desarrollo economico y sostenible de paises en via de desarroollo mi correo es el alvaroauc@hotmail.com Gracias.

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  2. hola buenas tardes, estoy buscando una ONG. que ete en funciones con todos los documentos listos registrada en la ONU, que por motivos de salud infraestructura etc, no puedan seguir adelante.
    estamos formando una y hemos preferido rescatar alguna que podría ser eliminada de la ONU, OBVIAMENTE CON UN HISTORIAL LIMPIO,SOMOS CAPACES DE PAGAR LOS GASTOS E INMUEBLES QUE TENGAN O CUALQUIER EQUIPO QUE POSEAN. CON POSIBILIDADES DE MAS ADELANTE DE INcLUIR EN NUESTRO PROYECTO, SU PROYECTO....SKYPE cristiana.latina77, soledadcoronado@hotmail.com

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