15 dic 2009

¿Qué es un "síndrome"?

La palabra síndrome hace alusión simplemente a que varias características genéticas o psicológicas o físicas concurren en una misma persona a la vez. Se trata de un conjunto de síntomas o signos que aparecen más allá de las causas que los origina. Hay muchos síndromes, como por ejemplo el de las piernas inquietas o de Ekbom (SPI), el de Asperger, el SAP (síndrome de alienación parental), el síndrome de Down, el de Sotos... Normalmente se los denomina según el nombre de quien los descubre o identifica como tales.

El Síndrome de Piernas Inquietas es conocido también como acromelalgia o síndrome de Ekbom. Se trata de un trastorno neurológico caracterizado por una irresistible necesidad de mover las piernas. Generalmente, aparece en situaciones de reposo -como durante el sueño- y se acompaña de sensaciones molestas como hormigueos y pinchazos. "No se trata de un cuadro clínico nuevo, ya que la primera descripción data del año 1632", revela el doctor García-Borreguero, de la Unidad General del Sueño de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. "No es dolor, no es una mala circulación en las piernas, los pacientes notan una sensación extraña en las piernas que no les deja tenerlas quietas", detalla el Dr. Estivill, "y cuando andan, esta sensación desaparece". Las alteraciones del sueño como el insomnio y posterior somnolencia diurna, y sus consecuencias afectan gravemente la calidad de vida de los afectados por Síndrome de Piernas Inquietas.

Según el DSM-IV, se define tanto el autismo como el Asperger como Trastornos Generalizados del Desarrollo. Esto significa que hay similitudes entre los dos, a saber, deficiencias en interacción social, comunicación y la gama de actividades e intereses. Pero existen diferencias principalmente en el grado de deficiencia. Por ejemplo, mientras que un individuo con autismo pueda que experimente retraso o falta total del habla, un individuo con Asperger no puede poseer un retardo cognitivo "clínicamente significativo" en el desarrollo del lenguaje. Sin embargo, un individuo con Asperger puede experimentar dificultad en la comprensión de la lengua hablada - particularmente en cuanto a la ironía, humor u otras abstracciones. Una segunda distinción realizada por el DSM-I V tiene que ver con la habilidad cognitiva. Mientras que algunos individuos con autismo experimentan retardo mental, por definición una persona con Asperger puede no poseer un retardo cognitivo "clínicamente significativo. Esto no no quiere decir que todos los individuos con autismo poseen también retardo mental. Algunos pueden poseerlo y algunos no, pero una persona con Asperger tiene una inteligencia que oscila entre el promedio y alto promedio.

El Síndrome de Guillain-Barré es un trastorno en el que el sistema inmunológico del cuerpo ataca a parte del sistema nervioso periférico. Los primeros síntomas de esta enfermedad incluyen distintos grados de debilidad o sensaciones de cosquilleo en las piernas. En muchos casos, la debilidad y las sensaciones anormales se propagan a los brazos y al torso. Estos síntomas pueden aumentar en intensidad hasta que los músculos no pueden utilizarse en absoluto y el paciente queda casi totalmente paralizado. En estos casos, el trastorno pone en peligro la vida - potencialmente interfiriendo con la respiración y, a veces, con la presión sanguínea y el ritmo cardíaco - y se le considera una emergencia médica. El paciente es colocado a menudo en un respirador para ayudarle a respirar y se le observa de cerca para detectar la aparición de problemas, tales como ritmo cardíaco anormal, infecciones, coágulos sanguíneos y alta o baja presión sanguínea. La mayoría de los pacientes se recuperan, incluyendo a los casos más severos del Síndrome de Guillain-Barré, aunque algunos continúan teniendo un cierto grado de debilidad.

Síndrome de Diógenes

En esta enfermedad, los pacientes no tiran cosas. Lo que hacen es acumular los residuos que se van produciendo en el domicilio (en particular, basuras y restos orgánicos –heces- y en menor medida, objetos que han quedado en desuso). A diferencia de lo que sucede en el trastorno de acumulación, en el síndrome de Diógenes los pacientes intentan ordenar las cosas.

La acumulación de basura suele acompañarse de un deterioro del cuidado e higiene personal, con aislamiento social total. Los pacientes no saben justificar ni el porqué realizan esta actividad acumuladora ni el porqué se autoabandonan tanto; de hecho, frecuentemente, no parecen ser conscientes de que hay un problema. Habitualmente, son los vecinos y los familiares los que dan la voz de alarma.

Este síndrome suele aparecer en la tercera edad. La mayor parte de las veces, cuando el paciente padece este síndrome, suele haber otra enfermedad de base que afecta el funcionamiento de las funciones cerebrales superiores, en particular, una demencia.

Al igual que en el trastorno de acumulación, tampoco en este caso disponemos de un tratamiento específico eficaz. Las medidas de tipo social (y las adoptadas en la enfermedad de base) suelen ser las más efectivas.

En cuanto al Síndrome de Down, es básicamente una situación o circunstancia que ocurre en la especie humana como consecuencia de una particular alteración genética. Esta alteración genética consiste en que las células del bebé poseen en su núcleo un cromosoma de más o cromosoma extra, es decir, 47 cromosomas en lugar de 46.

El Síndrome Potvacacional, no tipificado aun como "enfermedad", puede cursar de diversas formas. Lo habitual es padecer a la vuelta de vacaciones un cuadro de debilidad generalizada y astenia. Puede haber problemas de insomnio que conviven con una somnolencia importante a lo largo del día. La capacidad de concentración se ve limitada así como la tolerancia al trabajo. Esta falta de tolerancia al trabajo viene caracterizada como una sensación de desidia y hastío. En otras ocasiones puede aparecer una sensación de angustia vital que puede llevar a un bloqueo en el cual la persona que lo presenta es incapaz de tomar cualquier decisión. Puede haber un cambio de carácter con cierta agresividad, sin embargo, se establece habitualmente y de forma progresiva una sintomatología más propia de un cuadro depresivo. Por todo ello, se afectan diversos aspectos del estilo de vida. El trabajo, como se ha comentado antes, resulta difícil de realizar. La concentración así como la capacidad de tomar decisiones está deteriorada. Puede ser imposible ordenar la agenda y poner en marcha todas las gestiones o encargos propuestos. Por ello, puede iniciarse un verdadero círculo vicioso en el cual el trabajo se va acumulando con lo cual se une al nuevo trabajo por realizar, aumentado por el retraso de toda la labor acumulada a lo largo del periodo vacacional. Una persona introducida en esta dinámica puede acabar en un callejón sin salida. Las relaciones con los demás pueden deteriorarse. Los más cercanos en el trabajo y en el hogar pueden sufrir las consecuencias. Un carácter agriado incluso violento puede introducir tensiones en nuestras relaciones con los demás. Esto puede llegar a producir la ruptura sobretodo si por parte de la otra persona no tiene una conciencia real de lo que está ocurriendo. Esta crisis puede afectar no solo a las relaciones emocionales sino también a las laborales. A nivel personal se tiene conciencia de que algo no funciona. Posiblemente en primer lugar predomine una sensación de desconcierto ante algo que ha surgido casi por sorpresa y que no se manifiesta con una sintomatología concreta que nos permita identificar el origen del problema. Se intenta seguir adelante a pesar de que cualquier propósito de superar el “bache” parece acabar en fracaso. Esta sensación de no levantar cabeza y de asistir atónito a un desmoronamiento de nuestra forma de vida puede llevar a la persona que padece este problema a una inquietud e inseguridad. Este síndrome puede cursar con una intensidad muy variable y de diferentes formas, en algunos casos esta variabilidad puede hacer muy difícil su detección. Esta falta de diagnóstico puede llevar a manifestar una incomprensión hacia estas personas que pueden agravar el cuadro.


El SAP o síndrome de alienación parental surge no por el hecho de que los padres, responsablemente, decidan poner fin a su vida en común, sino cuando se hacen partícipes a sus hijos e hijas de los conflictos que ha generado la separación. Entonces los niños se ven inmersos en los problemas de los adultos, tomando partido en el conflicto, pasando a formar parte de los bloques enfrentados, y reproduciendo las disputas de los mayores. En estos casos, la opinión de los menores estará mediatizada, en mayor o menor grado, por el problema en el que están inmersos y por las presiones que están recibiendo. En determinados casos, es fácil apreciar como el niño adquiere un papel protector del progenitor al que siente como más débil, "el perdedor o el abandonado", ejerciendo una función defensora que no le corresponde. Esta función puede llevarle incluso a rechazar cualquier contacto con el otro progenitor, justificando su postura ante todas las instancias que le pide explicaciones, incluido el Juez. Por otra parte, los menores envueltos en una situación de ruptura familiar conflictiva sufren una aguda sensación de shock, de miedo intenso, teñido todo ello por un sentimiento de profunda confusión [3], con consecuencias negativas a nivel psicoemocional y conductual [4,5,6]. Estos menores presentan, con frecuencia, sentimientos de abandono y culpabilidad, rechazo, impotencia e indefensión, inseguridad, así como estados de ansiedad y depresión y conductas regresivas, disruptivas y problemas escolares [7].

¿Qué es un "síndrome"?SocialTwist Tell-a-Friend

2 comentarios:

  1. Esta muy buena la explicacion de los sindromes pero como se llamas esa obsesion por ordenar las cosas geometricamente y me gustaria saber si existe un tratamiento........

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. hola solditt_sksh, lo que tú planteas parece ser un TOC, un trastorno obsesivo compulsivo.

      Eliminar

Hola! Deja tu comentario, te respondere a la mayor brevedad posible.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...