Una nota sobre mortalidad maternal en U.S.A.

De Nicholas Kristof

La salud de la madre parece estar vergonzosamente descuidada. No hay ninguna razón para que medio millón de mujeres mueran anualmente en el parto, cuando se sabe exactamente cómo salvarlas.

Sin embargo, el consuelo es que el tema está empezando a conseguir seguidores. El Fondo de Población de las Naciones Unidas se ha movido en forma creciente de una mera planificación de la familia para abrazar la salud materna también (aunque, obviamente, la anticoncepción reduce el número de embarazos y por lo tanto reduce la mortalidad materna). Grupos como CARE, White Ribbon Alliance for Safe Motherhood and Family Care International, han estado impulsando el tema. Fístula ha ganado más atención. Gran Bretaña y Noruega han estado tratando de impulsar el tema en la agenda mundial -y espero que reciba un fuerte respaldo de la administración de Obama. Estoy convencido de que una vez que el tema llame la atención, obtendrá los recursos y la mortalidad se desplomará.

Curiosamente, en los EE.UU., la mortalidad materna sigue siendo muy, muy alta, incluso cuando en los Estados Unidos gozaban de desarrollo económico y la salud general mejoró en el siglo XIX. La mortalidad infantil ha caído, pero no tanto la mortalidad materna. Durante la Primera Guerra Mundial, más mujeres estadounidenses murieron en el parto de lo que hombres estadounidenses murieron en la guerra. Luego, después de que el sufragio de la mujer se convirtió en una realidad, la mortalidad materna se redujo significativamente. Parece que cuando las mujeres fueron aceptadas plenamente en el sistema político, pudieron disponer de mayores recursos en el sistema de salud y, al estar menos marginadas, fueron capaces de beneficiarse con ellos. No quiero decir que nada de esto sea simple ni fácil, pero puede ser hecho? Absolutamente. Kristof

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